Reseña del libro "Queridas mías"
La vecina desapareció bajo las sábanas, desintegrándose casi, mientras Macario le proponía a su esposa, recién aparecida en la escena, un debate académico sobre el significado y la etimología de la expresión "me importa una higa"; la propuesta fue desestimada y sólo consiguió exacerbar aún más el estado de ánimo de la esposa engañada. Bastó un minuto para rubricar el final de una pareja que hasta entonces se amaba. Macario, tras pedir perdón a la vecina y a la ex esposa, tiró de justificación machista al considerar exagerado tanto alboroto por un polvo. Él sabía que el desamor arranca la piel a tiras hasta llegar al hueso de la melancolía y sabía también que no contaba con las fuerzas necesarias para pasar las duras pruebas que, con toda certeza, le lloverían del cielo.Que Macario apruebe o suspenda va a depender en gran parte de las lectoras y de los lectores, aunque es posible que al final le tomemos el suficiente cariño como para justificar su comportamiento de manera parecida a como justificamos el nuestro."Queridas mías" es casi una antología de desastres amorosos, inevitables algunas veces, frívolos otras, profundos, dramáticos, esperpénticos o superficiales, pero siempre afectados por esa sensación agridulce que produce la asimetría de cualquier relación.La novela, escrita en clave de humor con evidente y personal destreza, ofrece la posibilidad de una lectura cómplice; sin duda será un buen bocado literario para paladares amantes de lo bien hecho, por añadidura erótico, blasfemo y políticamente incorrecto como lo es a cada rato el personaje.