Reseña del libro "Cuando una carrera cambió mi vida: When a race changed my life"
José Millariega, al igual que 'Paul Giamatti' (Harver Pekar) en 'American Splendor' no es ningún héroe, pero sí un auténtico luchador de la vida, que ha ido construyendo su futuro desde el ascetismo y el sacrificio, tomando decisiones arriesgadas y esperando hacerse un día con el tanto que le diera la victoria. Aunque después, a la hora de la verdad, muchas veces la pelota dio en la red y cayó en su campo. Por eso, nunca sabrá cómo habría sido su vida si un día no decidiera cambiarla por completo, pero de lo que no se arrepiente es de haber escogido el camino del ascetismo moderado, estudio y deporte... Ha encontrado en las carreras de largas distancias una forma de estoicismo y reflexión (incluso de redención). Y en la literatura una forma de poder manifestar el inconformismo que siempre le ha dominado (casi doblegado) en una sociedad basada en arquetipos sociales que le parece en ciertos aspectos deprimente. 'Cuando una carrera cambió mi vida', tanto como un libro de vivencias deportivas, es un texto de denuncia social, con sus buenas dosis de resquemor y decepción. Pero, al contrario de lo que se pudiera pensar, no es de ninguna manera catastrofista. Deja al descubierto como un hombre de bien (con sus muchos defectos y algunas virtudes) de repente dio un golpe de timón al barco de su vida y buscó otro puerto de destino. Aunque, eso sí, no consigue escaparse de la crítica a las bajezas humanas y de la demostración de lo solo que, llegado un momento, puede quedarse el individuo cuando las cosas se tuercen... El relato tiene un eje central lineal, que comienza cuando él (con treinta años, sedentario y abandonado) se hallaba con su esposa ante el televisor, viendo las pruebas de atletismo de los Juegos de 'Los Ángeles 1984' y una carrera les impresionó tanto que les hizo recapacitar sobre si el tipo de vida que llevaban era el más adecuado. Desde luego que no.... Por eso, allí y en aquel momento, tomaron la decisión de comenzar a correr y a estudiar. A partir de entonces (y con la austeridad que les imponía el tener el ejercicio como norma) ambos emprendieron un inflexible y esforzado camino hacia el futuro, aprobando en poco tiempo unas oposiciones, lo que les permitió ingresar al servicio del Estado español. Y llegarían a tomar parte en competiciones atléticas impensables, al mismo tiempo que adquirieron amplios estudios universitarios...
